Irán: las islas bajo tensión en el estrecho de Ormuz
El estrecho de Ormuz, es una zona en el Golfo Pérsico que separa a Irán de Omán. Esta es considerada como el arma más importante con la que cuenta el Gobierno iraní para hacer frente a las sanciones económicas de Estados Unidos. No obstante, los residentes de cuatro islas ubicadas en la zona deben afrontar una difícil economía y los embates del cambio climático. Nuestra corresponsal en la zona, Catalina Gómez Ángel visitó el lugar y conoció los esfuerzos de esta población para salir adelante.
El estrecho de Ormuz es uno de los puntos geoestratégicos más importantes del mundo. Por sus aguas transita cerca del 30 % del petróleo que se consume en la actualidad . Por ello, la zona es fuertemente vigilada. De hecho Estados Unidos cuenta con una base militar en el área.
Pero a pesar de la riqueza que recorre el lugar, las condiciones de los habitantes de cuatro islas iraníes, ubicadas en el estrecho, es completamente distinta. Estas personas literalmente viven en la pobreza y deben realizar esfuerzos para salir adelante con la pesca y el turismo.
Años atrás, varias de estas islas vivían del contrabando de productos procedentes mayoritariamente desde Omán. Sin embargo, las condiciones cambiaron cuando las autoridades iraníes fueron más estrictas con esta práctica, lo cual obligó a los residentes a dedicarse a la pesca.
“Muchos dejamos el contrabando debido a que la mayoría de los productos pueden entrar por las aduanas y las zonas libres. Antes no había tantas zonas libres, ahora el contrabando es efectivo sólo si los productos extranjeros no pueden entrar al país”, dijo Musa, un habitante de la zona dedicado a la pesca.
Mujeres y hombres trabajan por igual
Como es sabido, la cultura iraní en especial desde la llegada de la Revolución Islámica en el año 1979, ha limitado la participación de las mujeres dentro de la sociedad. Sin embargo, dada la necesidad existente en las islas, muchas son las mujeres que se dedican por igual a actividades desarrolladas por hombres.
“No hay diferencias, hombres y mujeres tienen que trabajar, por eso no rompo con las tradiciones. Mi abuela y mi mamá también se dedicaban a la pesca”, dijo Soghra, aunque no en todas las islas la situación es igual.
Muchos de los habitantes suelen responsabilizar al gobierno por el poco apoyo. Una de sus mayores tensiones es que el establecimiento de una base militar en la zona límite el poco turismo que llega a las islas.
“No tenemos ayuda del Gobierno (…) Muchos de los jóvenes están desempleados y han caído en las drogas ¿Por qué pasa esto? Porque la administración en Ormuz no ayuda a los jóvenes”, dijo Ameneh Purnasi, residente de la zona.
Chiitas y sunitas comparten sin diferencias
Para muchos, estas islas son consideradas como lugares paradisíacos que invitan a disfrutar gracias al turismo. No obstante, una de las características que más llama la atención es que se erige como un sitio de convivencia para chiítas y sunitas.
Ancestralmente, estas islas han sido habitadas por los sunitas, pero con los cambios poblacionales que se han dado hoy, los porcentajes de la población son diferentes en cada una de estas.
“La particularidad más bonita que encontré es que a pesar de que están tan cerca, cada una de estas islas es totalmente diferente. Hay algunas de mayoría chiíta pero su relación con el sunismo es diferente (…) Estas son islas que han sido afectadas por las malas relaciones entre Irán y Arabia Saudita, las dos grandes potencias de la región”, dijo Catalina Gómez Ángel, corresponsal de France 24 en Irán.